miércoles, 17 de octubre de 2012

PLANTEAMIENTO PRIMERA SESIÓN

Jueves, 25 de octubre de 2012. 19:00 h



ACTO INAUGURAL con la presencia del Director de la Fundación de la Obra Social Caja Madrid y La Casa Encendida (D. José Guirao Cabrera); en nombre del Grupo del Departamento de Geografía de la UAM (D. Julio Vinuesa Angulo); la Vicerrectora de Cooperación y Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Madrid (Dª Margarita Alfaro Amieiro) y la Delegada del Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Madrid (Dª Mª de la Paz González García).

PRIMERA SESIÓN DEL CURSO

¿Qué es y qué ofrece la Revisión del Plan General?

La sesión estará dedicada a realizar una presentación general de los planteamientos y contenidos del Plan. Ha de servir también para trasmitir el interés de la participación en el proceso de revisión. 

· José Luis Infanzón Priore. Director General de la Revisión del Plan General de Madrid. 
· José María de la Riva Ámez. Geógrafo, Profesor Honorario de la UAM, Codirector del curso. 

PLANTEAMIENTO PRIMERA SESIÓN

Claves para la participación en el futuro de Madrid 

El Plan General de Ordenación Urbana (P.G.O.U.) es un instrumento de planeamiento definido como un elemento básico de ordenación urbanística de un municipio, a través del cual se califica y se clasifica el suelo, se determina el régimen aplicable a cada clase de suelo, y se definen los elementos fundamentales del sistema de equipamientos y elementos estructurantes del municipio, así como estrategias económicas, o de otra índole, relacionadas con el municipio. Esta definición, como otras muchas que se podrían hacer, parece indicar que de lo que se trata es de establecer unas reglas por las que tiene que discurrir el desarrollo de la ciudad. 

Pero el curso que comienza, teniendo como fondo la Revisión del Plan General de Madrid, pretende ir más allá de la estricta formalidad. Pretende impulsar, de forma activa, la participación en la configuración de nuestro futuro inmediato, mediante la reflexión de los problemas que tiene nuestra ciudad, así como el “tratamiento” que colectivamente pensamos que pueden tener los mismos. Se trata de dar cauce para que esa participación permita incorporar distintas posibilidades que nos lleven a definir de la forma más adecuada cómo queremos configurar el futuro de nuestra convivencia ciudadana. 

¿Creemos que, definido el planeamiento, sabremos con certeza por dónde discurrirá el desarrollo de la ciudad?, ¿creemos que un plan general tiene fuerza suficiente como para desarrollar, disciplinarmente, la ciudad? Pensamos que es difícil contestar afirmativamente las preguntas anteriores, pues los factores determinantes en la producción del espacio urbano de la ciudad y las reglas que siguen los procesos de transformación de la misma, en una buena proporción, al menos en el caso de Madrid, no han seguido las directrices que los Planes Generales tenían determinadas para muchos de los ámbitos de la ciudad. 

El profesor D. Fernando de Terán [1] habla de cómo prevalecen “los planteamientos existentes detrás del planeamiento”, esto es, las verdaderas razones que existen y determinan las decisiones urbanísticas, fuera aparte del aspecto disciplinar propio del urbanismo. Y más concretamente, de los casos en que esas acciones se desarrollan de forma claramente externa y ajena al proceso propio de reflexión y decisión de la elaboración del Plan, lo que Terán llama “evolución no planeada” y que viene a significar una parte importante y sustancial de la evolución y crecimiento de la ciudad, pero que, al materializarse fuera de esos procedimientos generales de convocatoria para la reflexión y participación, quedan muchas veces plasmadas sin mayor información, contraste ni justificación, o, por lo menos, con un nivel muy inferior al que supondría el producirse dentro del proceso reglado del Plan. 

De forma delicada y elegante, Terán no profundiza en aclarar la proporción de “evolución no planeada” respecto a la que se puede considerar “evolución planeada”. Es más, incluso se podría poner en cuestión gran parte de la “evolución planeada” contenida en determinados planes sobre todo si estos pertenecen a planteamientos ideológicos que no son partidarios de la cultura del Plan. De hecho Terán también señala que: “Para incidir en el crecimiento de la ciudad hay que disponer de herramientas de control sobre la edificación y el uso del suelo, y eso entra en colisión con los intereses de mucha gente. Por eso hay muchos enemigos del PLAN que no saben ni una palabra de teoría urbanística cuya oposición se basa exclusivamente en razones económicas.” 

Esa consideración de extender los “factores aleatorios” incluso a parte de lo contenido en los planes, sobre todo en los casos en que los planes no son elaborados por partidarios de la cultura del plan, elevaría determinantemente la proporción de ciudad como resultado de acciones que no corresponden al proceso lógico y constante de elaboración del planeamiento dentro de las reglas disciplinares de la teoría urbanística, sino que son originados y decididos fuera del mismo, ya sea por razones de oportunidad de interés, o del tipo que sea. Y fuera significa, hurtados al proceso de debate general y disciplinar, aunque luego se trate de acomodarlos con mayor o menor fortuna dentro de ese proceso. 

Por eso, es necesario preguntarnos: ¿Cuál es la magnitud de la ciudad no planeada, y qué importancia tiene sobre el resultado de la misma? Debemos, a través de nuestra participación, saber las claves del desarrollo de la ciudad, de cómo se toman, y por quien, las decisiones, y qué operaciones se realizan sin tener en cuenta el planeamiento. 

Ciñéndonos a las actuaciones planteadas y desarrolladas “fuera del plan”, esto es no originadas en el momento procesal de la elaboración del planeamiento general de la ciudad, en el que se convoca a los ciudadanos y a los expertos a colaborar, aportando y contrastando ideas, podríamos clasificarlas en dos categorías: 

a) Las que se plantean desde la Administración competente del planeamiento, por razón de oportunidad y dentro del modelo general establecido para resolver determinadas cuestiones de dotación, equipamiento o reestructuración de la ciudad. Son actuaciones, pues, con origen en lo público, con gestión basada en el interés público y con objetivos de beneficio general. Algunos ejemplos, evidentes en Madrid, como la Operación de Barrios en Remodelación (construcción de más de 40.000 viviendas para la eliminación del chabolismo en Madrid, agrupadas, básicamente, en la periferia de la ciudad, Vallecas, Usera-Villaverde, Tetuán), la implantación de los Recintos Feriales para dotar a la ciudad de un elemento de proyección económica, el Pasillo Verde Ferroviario, sobre los suelos obsoletos de RENFE, que suponían una fractura en el tejido urbano del distrito de Arganzuela, y cuya sutura se aprovechó para el reequipamiento y dinamización de una zona obsoleta, la remodelación y enterramiento parcial de la M-30 en su contacto con el río Manzanares, etc. 

b) Las que se plantean desde la iniciativa privada, basado, lógicamente, en sus intereses, y que son aceptadas por la Administración competente. 

Está claro que en este caso no se actúa desde la visión general, sino desde el interés particular, por lo que estas acciones son las que pueden resultar más difíciles de asumir, en el proceso de configurar la idea de ciudad con la participación de todos. Por supuesto la administración tiene la última palabra y es la responsable del encaje de la actuación en el modelo, pero el infinito arco de intereses, fuerzas y relaciones, da lugar a todo tipo de resultados. 
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[1] LÓPEZ DE LUCIO, Ramón: Madrid 1979-1999. La transformación de la ciudad en veinte años de ayuntamientos democráticos. Madrid, Ayuntamiento de Madrid / Gerencia Municipal de Urbanismo, 1999. 

Para inscribirse en el Curso: La revisión del Plan General ¿Una oportunidad para participar en el futuro de Madrid?, por favor complete el siguiente FORMULARIO.

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