Nuevo interesante artículo de Antonio Zárate, en este caso para recordar la obligación de los poderes locales en imponer la racionalidad en los desarrollos urbanos. La fácil rentabilidad económica, el “desarrollismo”, el desprecio por las posibles consecuencias a largo plazo de “un urbanismo irresponsable y especulativo”, son la causa de una buena parte de los graves daños sufridos por la última gota fría.
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