sábado, 3 de agosto de 2024

LA CRONIFICACIÓN DEL PROBLEMA DE LA VIVIENDA

 La calidad de vida de los países más ricos está respaldada por una amplia gama de productos y servicios, la educación y la sanidad especialmente, sin embargo no se ha conseguido asegurar el derecho a disfrutar de una viviendaPero, pese a lo que algunos puedan pensar, la oferta insuficiente de vivienda adecuada a un precio asequible no es un problema específico de los tiempos actuales.  Por el contrario, el de la vivienda es un problema muy antiguo que, más o menos agudizado, tiene carácter crónico y universal.  

Algunas breves referencias al pasado, lejano y más reciente, pueden ser ilustrativas de que estamos ante algo estructural, más allá de los factores y las soluciones coyunturales.

Hace 150 años Federico Engels decía que el "problema de la vivienda", al que la prensa estaba dedicando mucha atención, no era privativo de aquellos tiempos sino que las carencias con la vivienda ya habían sido padecidas por las "clases oprimidas" anteriormente.


Mas o menos por las mismas fechas,  en el Diario Oficial de Avisos de Madrid (30/11/1871) se podía leer: “Las casas están por las nubes, pues un miserable tugurio sobre el tejado cuesta lo que hasta hace poco costaba un piso cómodo y ventilado” (2). Hace siglo y medio, en un contexto social y económico muy diferente al actual, también se padecía bruscos encarecimientos de la vivienda.


Son muy ilustrativos los artículos de Eduardo Montagut sobre algunos escritos y conferencias del socialista Julián Besteiro acerca del los problemas de la vivienda en torno a 1920.  Cien años después puede decirse que el problema, sus causas, síntomas y las propuestas para solucionarlo…, con las lógicas peculiaridades de épocas muy diferentes, se perpetua en lo esencial. 

Tras la Guerra Civil, durante tres largos decenios, la capacidad de construir viviendas en España estaba por debajo de las necesidades que generaba el éxodo rural. En las principales ciudades no había vivienda para todos y las que se construían, además de tener deficiencias de calidad, obligaban a vivir a las familias en condiciones próximas al hacinamiento. El cartel descriptivo de una promoción de viviendas en Barcelona muestra que la superficie disponible media por persona rondaba los 10 m2c.


Hay que recordar también que a principios de los años 60, de los dos millones de habitantes que tenía entonces Madrid, en torno a un 10 % vivían en asentamientos periféricos de chabolas.  Hasta los años 70  el problema no era sólo de precios o de adecuación, había un déficit absoluto de viviendas.

A partir de 1986, con la entrada de España en el Mercado Común, los precios de vivienda se duplicaron en apenas dos años:



EL PAÍS, 11 de noviembre de 1988

El 

PAÍS, 26 de marzo de 1989

Aquella elevación de los precios situaba el esfuerzo económico que tenían que hacer la familias para comprar una vivienda en niveles muy similares a los del momento actual  



 ABC, 2 de julio de 1991





Diez años después, con la confluencia de las medidas liberalizadoras en 1996 (3), la Ley del Suelo de 1998 (4) y una situación financiera muy favorable, se generó una nueva "burbuja inmobiliaria" que durante diez años multiplicó los precios de la vivienda en España. (4)




Por último, tras la crisis posterior al estallido de aquella "burbuja", en 2014 comienza una nueva e ininterrumpida tendencia alcista de los precios, que se quiere achacar al crecimiento de la demanda y que se ve realimentada por los contantes anuncios de subidas de los precios. Pese al lógico ambiente de alarma credo por el constante encarecimiento, el incremento de los precios del m2 de vivienda libre experimentado en Madrid entre 2014 y el cuarto trimestre de 2023 ha sido de un 62%, mucho menor que el de anteriores burbujas (6)


La evolución de los precios de las viviendas depende de un gran abanico de factores diversos, pero no puede desvincularse del carácter de inversión que ineludiblemente tiene su compra. La tendencia alcista a largo plazo y los ciclos de fuertes encarecimientos vienen siendo una constante a lo largo del tiempo y pretender controlar administrativamente el mercado no sólo es un intento vano, suele tener efectos contrarios a los que se buscan.
JULIO VINUESA


(1) El problema de la Vivienda, Barcelona, Gustavo Gili, 1974. (Artículos publicados en 1872-1873)

(2) citado en Paniagua, J:L., (2003) “La necesidad de intervención pública en materia de suelo y vivienda”. Papeles. Revista de Investigación Marxista. pp. 97

(3) - REAL DECRETO-LEY 5/1996, DE 7 DE JUNIO, DE MEDIDAS LIBERALIZADORAS EN MATERIA DE SUELO Y DE COLEGIOS PROFESIONALES 

(4) Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y valoraciones.

(5) https://es.wikipedia.org/wiki/Burbuja_inmobiliaria_en_Espa%C3%B1a

(6) Área de Información Estadística. Aytº de Madrid (M. Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)

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