Tercera sesión del Ciclo de Conferencias “Hacia un uso más racional y sostenible del territorio”.
“¿Cuántas más viviendas, mejor?” es la pregunta con la que se planteó en este caso, la propuesta de reflexión sobre el modelo actual de utilización y “consumo” de territorio, para llamar la atención sobre los patrones de irracionalidad e insostenibilidad que priman hasta el momento.
Tras las intervenciones de los ponentes, cuyos resúmenes aparecen a continuación, cabe destacar las siguientes conclusiones, que vienen a agregarse a las ya formuladas tras las dos primeras sesiones:
I. Cuantas más viviendas mejor es el paradigma del desarrollo urbano en España. Debe ser cambiado por el de “cuantas más viviendas rehabilitadas, mejor”.
II. Hay un grave desajuste entre la oferta urbanística que se hace exclusivamente a escala municipal y una demanda que es supralocal y virtual. Las propuestas de crecimiento de los planes municipales se fundamentan en la idea de que se va a captar una demanda exterior teóricamente ilimitada.
III. Es necesario exigir la justificación de los crecimientos previstos por la planificación urbanística. La legislación existente permite poner límites al crecimiento, ya que es un elemento estructural del Plan y debería ser supervisado por las Comunidades Autónomas.
IV. Es imprescindible planificar los desarrollos desde una perspectiva supramunicipal. Las Comunidades Autónomas deben completar la elaboración de sus planes territoriales, y mientras tanto establecer medidas de aplicación inmediata en la definición de pautas de crecimiento más sostenibles y racionales.
V. Es posible una política municipal favorable a la restricción del crecimiento y que apueste más por la calidad urbanistica que por la cantidad de urbanización.
VI. Es imprescindible la participación ciudadana, a nivel de barrio. Los planes sólo se cumplen cuando son sentidos como propios por la ciudadanía.
VII. Es necesario un pronunciamiento claro y rotundo de los responsables políticos regionales sobre el cambio de modelo.
Reseña de la sesión
¿Cuántas más viviendas, mejor?
Ponentes:
Moderador:
Presentación del Moderador
Al llegar a la mitad del Curso, en esta sesión se propone a los ponentes dar respuesta a la pregunta “¿Cuántas más viviendas, mejor?”, generalmente expresada como afirmación irrebatible ante el tradicional papel de la construcción como locomotora de la economía.
Se parte de la idea de que la respuesta a esta pregunta sería afirmativa para los agentes económicos, para muchos agentes sociales, para buena parte de las corporaciones locales, y para la gran mayoría de los ciudadanos. Por ello se invita a discutir sobre la racionalidad y la sostenibilidad de esta opinión generalizada, fundamento del modelo de desarrollo urbano, y a buscar alternativas.
En la
Primera Sesión se puso de manifiesto la excesiva clasificación, calificación y urbanización de suelo sin una finalidad específica y en la
Segunda Sesión el enorme peso de las motivaciones económicas del proceso inmobiliario. Tras estas dos primeras sesiones se confirma la evidencia de los excesos cometidos en los últimos años, por la cantidad de suelo transformado y por el modelo expansivo a ultranza.
En esta Tercera Sesión se propone seguir debatiendo sobre la conveniencia de trasformar un modelo que ha producido graves desequilibrios territoriales, y el gran despilfarro económico que suponen varios millones de viviendas vacías y decenas de miles de hectáreas de suelo clasificado o, incluso urbanizado, sin uso previsible.
Un modelo en el que el “valor de cambio” de la vivienda resta protagonismo a su condición de “bien de uso” necesario para dar respuesta a la demanda de alojamiento. Un modelo en el que la construcción del espacio residencial, gracias a sus dimensiones económicas, es un fin en sí mismo, mientras que es poco relevante la calidad del “espacio urbano” que se crea y prácticamente irrelevante el consumo de territorio que supone. Una ideal que espera su oportunidad para volver a ser reivindicado como el mejor camino posible hacia el desarrollo económico y el enriquecimiento.
Síntesis de la intervención de Eugenio Burriel.
¿Cuántas más viviendas, mejor?
Se puede enfocar de muchas maneras ésta pregunta sobre el paradigma dominante del urbanismo español y analizando los factores que influyen en la construcción de viviendas se pueden plantear alternativas. Se deja a un lado la perspectiva económica, ampliamente discutida en la sesión anterior, pues aunque sean muy importantes los factores económicos, no son los únicos, incluso ha habido “burbujas inmobiliarias” en España en las que el factor económico no ha sido el factor preponderante.
Tomando en consideración aspectos demográficos y la segunda residencia se podría llegar a alcanzar una tasa de necesidad anual de vivienda equivalente a 6,5 viviendas, como mucho 7, por cada mil habitantes. Lo que nos sitúa en el entorno de las 300.000 viviendas.
Los datos de viviendas iniciadas entre 1991 y 2010 reflejan serios desfases entre la producción y las necesidades teóricas de vivienda.
La representación cartográfica de estos indicadores por provincias en 1996, permite apreciar una cierta homogeneidad en torno al umbral teórico.
Sin embargo, en 2006 la media de viviendas iniciadas en España es de 16,9 viviendas por cada mil habitantes. Hay 42 provincias que duplican la media estatal, 16 de ellas la triplican y 4 provincias (Almería, Castellón, Toledo y Guadalajara) superan las 35 viviendas por cada mil habitantes.
La media del decenio es muy alta (13,3 viviendas por cada mil habitantes); 20 provincias duplican la tasa de 7 viviendas por cada mil habitantes y 7 la triplicarían.
Además de la constatación de que durante ese decenio la construcción de viviendas se dispara muy por encima de la demanda teórica, hay que subrayar, como idea dominante, la cantidad de viviendas prevista por la planificación urbanística, ya que lo construido es simplemente la punta del iceberg que el planeamiento prevé.
Por ejemplo, presentando la situación de las propuestas urbanísticas municipales en la Comunidad Valenciana, (tomando en cuenta el planeamiento en tramitación de 52 municipios, entre el año 2006 y 2008), se abría triplicado el número de viviendas si, de no ser por el parón producido por la crisis, se hubieran desarrollado en su totalidad los Planes. El problema es que estas cifras aprobadas no se han cambiado y posiblemente estén a la espera de una recuperación económica para volver a entrar en acción.
Se puede afirmar entonces que no han cambiado los valores sociales dominantes, que persiste el “Cuantas más viviendas, mejor”.
Mirando los planes aprobados, cualquier municipio aspira, por lo menos, a duplicar el número de viviendas que tiene. Observando algunos factores que influyen en esta situación, se puede afirmar que:
- Tenemos un desajuste entre la oferta urbanística que se hace exclusivamente a escala municipal para una demanda que es supralocal. Las propuestas de crecimiento de los planes municipales se fundamentan en la idea que se va a lograr captar la demanda exterior flotante.
A partir del ejemplo de Peñíscola, y observando las dos imágenes que se presentan a continuación, se constata que no existe un fundamento lógico de la demanda de vivienda en el planeamiento. La mancha urbana que se plantea presenta un crecimiento exponencial apoyado en que hay 4.500.000 de europeos que quieren casa y ¡que todos podrían querer venir al municipio!
Otro ejemplo similar al anterior es Benaguacil que con su nuevo plan, como muestran las cifras siguientes, podría alojar el 5% de la población de Valencia, cifra que sería igualmente válida para cada uno de los otros municipios externos a Valencia, pero que resulta absurda si se considera la suma del conjunto.
El siguiente ejemplo refuerza la importancia de considerar la suma total para mostrar con mayor claridad las exorbitantes cifras plateadas. Estos siete municipios de Castellón, sin ninguna lógica supralocal, prevén un total de 102.238 viviendas y 9 campos de golf muy cercanos en 175 km².
Es evidente que en la mayoría de los casos no se cumple la exigencia de justificar los desarrollos a partir de criterios lógicos y sostenibles. Legalmente la limitación sería posible puesto que el crecimiento es un elemento estructural del Plan. Las Comunidades Autónomas han de definir pautas desde una lógica supralocal ya que los municipios sólo actúan en razón de sus propios intereses. Sólo las CC.AA de País Vasco, Cataluña y las Islas Baleares han planteado unos límites efectivos a los crecimientos municipales, pero es complicado corregir el planeamiento ya aprobado por la gran cantidad de expectativas generadas en propietarios y promotores.
Algunos factores que han incentivado esta situación:
- El crecimiento como mito. Se prefiere crecer en vez de reordenar, cambiar, transformar, darle más calidad a los desarrollos.
- Algunos ejemplos recogidos en actas municipales y periódicos tienden a favorecer el crecimiento desmedido, asociado al bienestar. “Nadie quiere quedarse atrás, lo que no se hace por uno lo hacen los demás por lo que no hay que perder el tren del desarrollo”.
- Las autonomías pocas veces revisan la justificación de las infraestructuras y nuevas viviendas en las memorias de los planes.
Dos ejemplos más de falta de criterios supramunicipales y austeridad en los planes, sin una óptica supralocal de la oferta, son los casos de los municipios del Corredor del Henares, así como la aprobación de rondas, clasificación de suelo e infraestructuras como en el caso del Plan General de El Rafol d’ Almunia.
Como conclusiones, se deberá plantear:
- Reglas y marcos claros con exigencias mínimas para los municipios por parte de las Comunidades Autónomas desde los Planes Territoriales. Como se va a dilatar el momento de tener esas reglas, hay que elaborar unas bases que entren en acción de inmediato.
- Es necesario un pronunciamiento claro y rotundo de los responsables políticos regionales sobre el cambio de modelo: “Que la fiesta se ha acabado”.
- Es necesaria la recualificación de los espacios urbanos degradados, necesidad de consolidar los barrios que todavía no han llegado a consolidarse. Obligación de contabilizarlos en los planes.
- Las Comunidades Autónomas deben participar económicamente en la construcción de las infraestructuras que tengan impacto sobre los municipios aprobadas en los planes territoriales.
Síntesis de la intervención de José Manuel Ávila.
El caso del Municipio de Villanueva de la Cañada, Madrid.
Algunas de los principales indicadores y características del Municipio de Villanueva de la Cañada son:
- En 1979, contaba con 1.000 habitantes y un Plan General (Ley del suelo de 1976) que permitía la construcción de 20.000 viviendas.
- Se modificó el Plan en 1980 y se optó por un plan más horizontal, con un máximo de 3 alturas, en el que se redujo notablemente la edificabilidad. Se opto por contener el crecimiento.
- El alcalde ha sido elegido desde el año 1979 consecutivamente.
- Actualmente, cuenta con una población de 20.000 habitantes + 15.000 estudiantes, con buena cohesión social.
- Hay un 17% de población extranjera.
- Ocupa uno de los primeros puestos en el ranking regional de renta, con una cifra disponible bruta per cápita de: 24.000 €.
- Tiene una densidad de 13,7 viviendas por hectárea.
- Parques y jardines: más de 500.000 m² (parques, 315.000 m², y pinar, 190.000 m²)
- Forma parte del Parque Regional de la Cuenca Media del Río Guadarrama (1.132 hectáreas, 1/3 de la superficie del municipio).
- Es un municipio que apuesta por la educación, la cultura y los equipamientos deportivos municipales. (centros culturales, biblioteca, 8 colegios, 2 universidades, polideportivos, piscinas cubierta, campo de fútbol, carril bici (13 km)).
- Apuesta por unir lo público con lo privado.
- Cuenta igualmente con otros equipamientos especializados (Aquopolis, Club de Golf La Dehesa, Escuela Municipal Golf, Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), Liceo Molier).
La calidad de vida que otorga el modelo incide en una buena salud entre los habitantes del municipio. Centrándose en la designación oficial de Villanueva de la Cañada como miembro de la V Fase de la Red Europea de Ciudades Saludables de la OMS (2009-2013) y, específicamente, en el proyecto de la “Influencia del Urban-Planning y variables socio-económicas en la obesidad infantil” se ha podido observar como el implementar acciones en aspectos culturales, económicos y una buena planificación urbanística pueden ayudar a la salud de los habitantes y reducir los niveles de obesidad y sobrepeso.
A partir de dos proyectos: el programa de la Fundación Thao y el programa de la Red Europea de la Organización Mundial de Salud se indaga sobre cómo implementar políticas urbanísticas que ayuden a los residentes a gozar de una mejor salud.
El modelo de crecimiento de Villanueva de la Cañada es caro y segregador, para hacerlo sostenible se está trabajando en algunas modificaciones.
Síntesis de la intervención de Félix Arias Goytre.
¡Cuántas más viviendas rehabilitadas, mejor!
Bajo este título el ponente resume su postura. El modelo del enriquecimiento constructivo y de urbanización al que nos han llevado el grupo inmobiliario y las entidades financieras han provocado una situación en la que se consume mucho territorio y a una pérdida de valores ecológicos y de los valores topológicos.
El modelo actual es ineficiente funcionalmente, económicamente, socialmente, ecológicamente y políticamente. Una de las variables fundamentales que se echa en falta es la variable política. La planificación urbanística necesaria, incluso la territorial, se pervierte por el poder. El planeamiento es teórico, se plantea sin tener en cuenta la realidad. Esa planificación virtual, bastante alejada de los problemas reales, además se incumple.
Nos hace falta modificar el modelo de desarrollo y el sector inmobiliario. Asimismo, tener planeamiento, tener participación ciudadana, a nivel de barrio y sin que llegue a desvirtuarse.
Se debe llamar la atención sobre varios aspectos fundamentales:
• La falta de una estrategia.
• El sistema de planeamiento, el cual es demasiado rígido, hace falta ser más ágiles.
• Tenemos que ir a planes muy participados, muy debatidos, muy discutidos para imponer los valores del territorio.
• Se debe redimensionar el sector inmobiliario, reorientar el sector hacia la rehabilitación de viviendas para darles un mejor uso, promoviendo el alquiler.
En resumen, ¡Cuántas más viviendas rehabilitadas, mejor!, que incorporen a la ciudadanía con mayor participación.
Síntesis de las intervenciones habidas en el Coloquio
Alberto García: una pregunta dirigida a Félix Arias. En forma de una pregunta en cascada, a partir de lo que ha mencionado en ser más ágiles en la tramitación de los planes urbanísticos, también la conveniencia a nivel regional de establecer unos límites en materia de crecimiento. La pregunta sería si ¿tiene el Estado en mente alguna actuación?, si la tuviera, que haría de acuerdo con el actual reparto de competencias y la sentencia del constitucional del 97, y si fueran positivas ambas respuestas, al margen de lo que ha comentado, ¿qué es lo que puede hacer el Estado en ese sentido?
FA. Por desgracia el estado puede hacer muy poco. Con la distribución de poder a las autonomías y la sentencia, desde el Estado no podemos plantear una normativa que afecte a las Comunidades Autónomas. Lo que creo que se podría hacer es un debate cultural, cómo se va hacia algo que ha estado inventado en otros países como Inglaterra con los Planes de Infraestructuras desde los años 70. Definiendo qué proyectos se van a hacer, qué crecimientos, qué suelos se van a preservar, qué infraestructuras, unas centralidades… y a partir de ahí se plantean ordenanzas muy concretas. Actualmente, desde el Estado no se pueden plantear normativas, todo debe ser consensuado.
EB. No se trata de añadir mucha legislación, sino de aplicar normas muy sencillas el problema es que se tiene que establecer una filosofía. Por ejemplo las elaboradas por Barcelona (con 3 normas para el uso de su costa) y el País Vasco (con umbrales), si existen medidas, lo que pasa es que son recientes y tienen poco tiempo de aplicación.
Carmen Casanova: De lo que se ha dicho, no hay ninguna novedad, se da vuelta alrededor de lo mismo, planes y leyes territoriales se hablan desde los años 80, se elaboran los planes pero el poder político no los llegan a aplicar. No se deben elaborar más leyes, que tiene agobiadas a las personas, la ciudad saludable tiene que ver con otras cosas. Ya está inventado el tema territorial en España, pero no se lleva a cabo, ¿no será más bien un tema político y sus decisiones?
EB. La política no es sólo los políticos, la política es la voluntad de la sociedad. En los ayuntamientos el pueblo apoya los modelos que plantean los políticos. Los ciudadanos votan y están de acuerdo con los modelos. Lo importante será convencer a las personas que es posible desarrollar otros modelos. Y que el pueblo sea el que exija el cambio del rumbo. Hay que ir en contra del modelo tan arraigado. El poder ha logrado la complicidad de los ciudadanos. El problema político más de fondo es lograr que otro urbanismo es posible y además que lucha contra el corto plazo, que no plantea el futuro.
Fermín Álvarez: Relacionado al modelo de planificación. ¿Cómo no van a subir los precios, si se hace un plan restrictivo? ¿Será mejor un plan expansivo, para que los precios bajen? Por ejemplo, sería interesante verlo con los Planes de Actuación Urbanística en Madrid, es importante ver el trasfondo de este problema.
FA. Es una muestra muy clara de lo que fue la ideología en ese momento, decir que los precios subían si el plan era restrictivo, es un absurdo. Lo que está comprobado es que el precio del suelo es la variable dependiente, si el precio sube y hay liquidez a nivel general, y aparecen los demandantes de vivienda con un capital, hay un alto nivel crediticio, se dispara todo, y se acaba en una crisis de sobreproducción y se puede trasladar de un territorio a otro.
Lo que puede provocar una crisis dentro de la crisis, es que los balances de los bancos se están inflando con suelos hipotecados que se van quedando de las promotoras que van quebrando o de las que refinancian deuda y están tasados en cifras que ni se saben.
Marcelino Cabezas: El problema de éste país es una falta de control a todos los niveles. Es una cadena de malas decisiones, mentiras, hasta ahora se está empezando a hacer control de la banca para que los promotores tengan un freno. El problema es que como no hay control lo terminan pagando todos los españoles.
EB. Cuando ha habido voluntad política y convencimiento de la mayoría social, se han podido desarrollar planes. Con un poder capaz de negociar, de mejorar. Es necesario recuperar el control del poder público. Al final la batalla, está en la política en su sentido profundo.